AMANDA LAPORTE
- Entrevista de Sylvie Pabion
Descubre el apasionante viaje de Amanda Laporte, una chef cuya pasión por la cocina y el estilismo culinario ha marcado su carrera. Desde sus inicios en la cocina de su abuela hasta su papel como cofundadora de FOR FOOD, Amanda nos lleva en un recorrido por su creatividad culinaria y sus experiencias en televisión. ¡Acompáñanos mientras exploramos sus trucos infalibles y sus recetas favoritas!
¿Cómo empezó tu pasión por la cocina y el estilismo culinario?
Desde muy pequeña, en la casa de mi abuela, los fines de semana se cocinaba en serio. La primera tarea que recuerdo, debía tener 3 ó 4 años, fue separar los papelitos para las magdalenas. Con el tiempo, asumí más responsabilidades, hasta decidir estudiar para chef. El estilismo vino después, cuando me presenté a una entrevista para trabajar en “El Hogar y la Moda“ Edipresse, entonces dueños de Lecturas y muchas otras publicaciones de cocina como Comer y Beber, Comer cada día, Cocina Fácil y el famoso Lecturas especial cocina. En aquella época los kioscos tenían mucho que decir en las comidas familiares. Conseguí el puesto y Toni Monné, el director de la revista, me guió hacia lo que hoy es mi oficio: Home economist y Estilista culinaria.
¿Podrías hablarnos sobre tu enfoque al crear platos?¿Prefieres comenzar con una receta sólida y luego estilizarla para que resulte visualmente atractiva, o te inspiras en ideas estéticas y luego desarrollas la receta a partir de ellas?
Me decanto por la primera opción, creo que lo de crear lo dejo para los grandes cocineros de la historia (Marie-Antoine Carême, Auguste Escoffier, Paul Bocusse y Ferran Adrià). Me gusta la cocina clásica bien hecha, siempre con la opción de improvisar según los ingredientes de los que dispongo. Creo que mis platos nunca saben igual porque varío de especias, verduras, tipo de carne, pescado… Menos en pastelería, donde ya sabéis que solo los muy experimentados pueden hacer variaciones. Y cuando ya tengo la receta decidida, entonces imagino su aspecto final e intento mejorarlo añadiendo ingredientes, cambiando la colocación en el plato y escogiendo la vajilla que más le pueda favorecer. Ciñéndome siempre a las instrucciones del guión, véase cliente.
Trabajar en televisión puede ser muy dinámico y exigente. ¿Cómo te enfrentabas al desafío de hacer que tus postres no solo fueran deliciosos, sino también visualmente atractivos para la audiencia?
Pues tengo que reconocer que ese ha sido de los grandes retos de mi carrera. Llegar a un lugar extraño, donde no conoces la cocina ni al equipo y donde hay mucha prisa porque los costes son muy altos (porque implica a mucha gente) no es tarea fácil. Hay que imaginar previamente el resultado final, esperando que todo salga bien a la primera y tener en la retaguardia capacidad de reacción para improvisar y dar un toque final que haga lucir algunos postres que a veces son más sosos visualmente, que no menos buenos.
¿Algún truco infalible para que un postre luzca bonito y apetitoso a lo hora de fotografiarlo?
Para fotografiar, el gran truco es la luz. Siempre. Pero si puedo recomendar sería: que el postre tenga buenos brillos cuando la receta lo merezca (siempre se pueden forzar un poco con almíbar y aceite), que las tartas estén bien desmoldadas (eso implica preparación de molde y reposos adecuados), si hay frutas que sean super frescas y escogidas (tengo una frutera que me atiende divinamente) y mucha delicadeza y precisión en los cortes, volúmenes en los platos y toques finales (cacao, azúcar glas, coulis de frutas, hierbas,…).
¿El postre estrella que nunca falla cuando quieres sorprender a tus invitados?
Todo lo que lleva chocolate suele ser un gran hit (tarta sacher, coulant, brownie), pero algo tan simple como un buen flan es siempre un triunfo. Y es que los flanes que venden en el supermercado son terriblemente malos y la gente ya no los prepara en casa como hacía mi madre habitualmente (con mucha ralladura de limón). Yo los preparo tradicionales con aroma de vainilla o limón o con queso fresco, coco o café. Y siempre con huevo, que eso de flan de huevo del lineal del supermercado me hace mucha gracia. Es que sin huevo, no es flan. Es una gelatina, pudin o como lo quieras llamar. También importa el acompañamiento, los sirvo con coulis de frambuesa, con salsa toffee o de chocolate, y fruta fresca. Por cierto, como se prepara tan fácilmente, me queda tiempo para dedicar a los demás platos.
Tu experiencia y formación te dan la capacidad tanto para crear platos deliciosos como para presentarlos de manera visualmente atractiva, ¿qué consejos ofrecerías a aquellos que pueden tener habilidades sólidas en la cocina pero les falta destreza en la presentación estética de sus platos?
Practicar con tiempo, mirar ejemplos (mucho Pinterest) y simplicidad. El ojo clínico llega sin darte cuenta.
Como cofundadora de FOR FOOD, empresa que abarca proyectos en todos los ámbitos de la gastronomía, publicidad y fotografía, ¿podrías compartir alguna tendencia reciente en el mundo gastronómico y de producción audiovisual que encuentres particularmente interesante?
En el mundo de la publicidad reconozco que hay campañas muy bien hechas, gente joven con mucho talento e ideas frescas. En la gastronomía hay grandes cocineros que cada vez hacen cosas más delicadas, sencillas y bellas porque las técnicas han evolucionado mucho y ellos se han vuelto artistas completos. En la parte de fotografía, creo que no se está creciendo al ritmo que se hacía porque la velocidad de las redes sociales hace que el tiempo dedicado en cada imagen sea mucho menor, por lo que la calidad ha bajado. Sí hay algunas cuentas de Instagram increíbles donde la gente dedica mucho tiempo. Y luego, por suerte, hay joyas como la vuestra: About. Gracias por existir.
Este número lo hemos dedicado a la aventura y por ello queremos recomendar a nuestros lectores viajeros tu libro “Chef de caravana: 70 recetas “todoterreno”.
¿Qué te llevó a escribir un libro de recetas para cocinar en autocaravana?
Desde pequeña viajaba con mis padres en un pequeño velero todos los veranos y como ellos son muy sibaritas, la comida siempre era muy importante y las incomodidades de un barco enormes. Allí ya había algunos platos básicos que nos sacaban de un apuro cuando no había muchos ingredientes frescos. De mayor, en una caravana (mi pareja se marea) he adaptado el concepto y me pareció buena idea transmitirlo a la gente, porque no hay que renunciar a comer bien, aunque vayas de viaje y la cocina sea pequeña.
¿Algún truco útil para organizar la despensa de la autocaravana?
Pues tener los básicos (alguna pasta, arroz, legumbres hervidas, latas de calidad, especias para dar el toque extra y que no falte el aceite de oliva virgen extra ni 2 ó 3 vinagres de calidad en mini botellitas) y luego ir comprando frescos sobre la marcha, que ya que viajamos, podamos probar producto local. Más info en el libro.
¿Tu receta favorita del libro que todo el que tenga una autocaravana debería probar?
En frío y fresquito: la ensalada de pulpo y rúcula
En caliente: Hamburguesitas de cordero con salsa de yogur y menta
¿Algún consejo para aquellos que están planeando un viaje en autocaravana y no quieren renunciar a comer bien durante la aventura?
Organizar bien, saber qué tiempo va a hacer, tener a punto algunas de las recetas del libro de la parte: “SOCORRO” y guardar un poco de tiempo para cocinar, que quieras o no es entretenido.